Cambió de opinión. El martes 19, cuando se conocía que el conductor televisivo Marcelo Tinelli era citado a indagatoria por una vieja causa judicial (y se suponía una intermediación del gobierno nacional para que ello sucediera), Mauricio Macri declaró que le gustaba la forma en la que el personaje de “Showmatch” lo personificaba.

“Me gusta que aparezca con la bufanda, siempre hablando del frío. Es lo que busco cambiar”, dijo.

También sostuvo que “si no te lo tomás con humor, la pasás mal. Yo aprendí a disfrutarlo y por momentos me río mucho".

Sin embargo, las declaraciones que dejó al diario La Nación marcaron un giro de 180 grados sobre el conductor más importante de la televisión argentina y su show político “El Gran Cuñado”.

“Él decidió satirizarme y recibió 150.000 tuits de crítica. Investigamos el tema. No hubo trolls ni el gobierno tuvo nada que ver. Sí hubo 30.000 tuiteros que lo criticaron. ¿Cómo no va a haber 30.000 tuiteros que simpatizan con el gobierno si este gobierno es producto en gran medida de las redes sociales? Es increíble que se ofenda. Tinelli me satiriza de mala manera ante tres millones de personas en televisión y se ofende porque lo critican 30.000 tuiteros”, sostuvo el mandatario.

Informe y polémica

Pese a los dichos del Presidente, se difundió ayer un informe de una consultora que respalda las sospechas del conductor, que denunció durante la semana un ataque sistematizado en Twitter de militantes del PRO. Dicho reporte considera evidencia fundamental la publicación “mecanizada” del contenido, lo que da a sospechar que no fueron personas, sino máquinas.

“Se suben contenidos hora por medio, de forma mecánica, repitiendo el patrón durante las 24 horas del día. Se extrajeron hasta 200 tweets de cada cuenta y, al analizar el promedio resultante de fecha y hora de cada publicación, se identificó que hay una frecuencia mecánica en su comportamiento”, señala el informe.

Otro de los indicadores es que las cuentas desde las que se impulsó el mote “#TinelliMercenarioK” se activaron en simultáneo. “Sólo interactuaron para operar este tema, luego volvieron a una posición pasiva. Generaron un gran pico de actividad exclusiva sobre el hashtag, luego bajaron absolutamente la intensidad”.

Para colmo, casi la totalidad borró su contenido dentro de las 24 horas de su publicación, tratando de eliminar sus rastros, que quedaron registrados en distintos medios de comunicación.

La relación del Presidente y el conductor se complicó tras la campaña electoral. Primero, Macri evitó que el hombre de Bolívar llegase a la presidencia de la AFA. Luego, ordenó evitar que asuma como presidente de la Superliga. ¿Profundizará
el conductor la pelea?