Jueves 28 de Marzo de 2024

PERSONAJES

16 de noviembre de 2016

LA COMUNICACIÓN NAZI DE GOEBBELS

A estas alturas del siglo XXI ya nadie duda del poder de la comunicación. Tener el control ideológico de las masas permite no sólo conocerla sino moldearla. Este poder, como todos, está supeditado a las intenciones del que lo emplee.

Hoy hablamos de una de las épocas en las que la comunicación se ha utilizado con unos efectos lamentables, esos momentos en los que la humanidad cerró los ojos y se tapó los oídos.

LA MANIPULACIÓN NAZI

Aunque de la Alemania Nazi la primera figura que se destaca, lógicamente, es la de Adolf Hitler, hay otro nombre que no puede ser apartado de este punto negro de Europa, Joseph Goebbels. Goebbels fue, entre otras cosas, el Ministro de Propaganda e Información del gobierno hitleriano. Él se encargó, aunque no en exclusiva, de conseguir aumentar el apoyo hacia Hitler utilizando una serie de métodos y principios de comunicación. Gracias a su aplicación, tuvo a las masas controladas, manipuladas y a su merced en todo momento. No obstante, como en todo tiempo vergonzoso de la Historia, habría que matizar el verdadero papel de las masas, casi siempre exculpadas por la manipulación o el miedo aunque, para este debate, sería preciso hablar con un conocimiento de causa que no creo que tengamos.

Joseph Goebbels

Joseph Goebbels. Foto: Bundesarchiv, Bild 183-1989-0821-502 / CC-BY-SA [CC-BY-SA-3.0-de], via Wikimedia Commons

Las técnicas utilizadas por Joseph Goebbels fueron muchas, pero las que han pasado a la posteridad como las más importantes han sido once.

LOS ONCE PRINCIPIOS DE GOEBBELS

PRINCIPIO DE LA SIMPLIFICACIÓN

A las masas hay que darle algo simple y fácil de recordar; a ser posible, reducir todo a un eslogan o símbolo (una esvástica, por ejemplo).

PRINCIPIO DEL MÉTODO DE CONTAGIO Y EL ENEMIGO ÚNICO

Resumido en “un enemigo común une”. Goebbels enfocaba toda acción como un instrumento para derrotar a un “enemigo de Alemania”. Sólo así podía unir a todos sus ciudadanos en una lucha común. Alemania tuvo muchos enemigos, por supuesto, pero eran siempre el mismo, “el enemigo”. También se hace a la inversa, es decir, concentrar toda la exaltación en un héroe (Hitler).

PRINCIPIO DE LA TRANSPOSICIÓN

Todo error propio se transforma en culpa de ese enemigo común del que hablábamos antes. Si no se consigue, se inventan noticias que dejen claro de quién es la culpa; por supuesto, del enemigo.

PRINCIPIO DE LA EXAGERACIÓN

Cualquier detalle negativo, por minúsculo que sea, por parte del enemigo, se convierte en un ataque poderoso a los principios. Una amenaza exagerada. Una ofensa desmedida. Así, además, se fomenta el odio hacia el enemigo.

PRINCIPIO DE ORQUESTACIÓN

Escogiendo un número limitado de ideas, de mensajes, pero repitiéndolas una y otra vez, sin cesar, sin descanso, se consigue hacer mella a la sociedad. Así, la sociedad se la apropia como una verdad universal. Principio resumido en la famosa frase de “una mentira repetida mil veces se convierte en verdad”. Eso sí, la repetición mal hecha es contraproducente, por ello tiene que estar orquestada.

PRINCIPIO DE LO VULGAR

Muy al hilo del primer principio. Todo mensaje que se transmita desde el poder debe ser simple y fácil de entender. Si el más limitado intelectualmente de la masa es capaz de entender el mensaje, cualquiera lo hará y, por lo tanto, mayor será el número de receptores que tendrá el propio mensaje.

PRINCIPIO DE LA RENOVACIÓN

Saturación de información. Siempre hay noticias nuevas. Esto provoca que cuando el enemigo responde a una información, esta ya se encuentra olvidada por la masa, mucho más pendiente de las nuevas que han ido saliendo posteriormente. Consiste en tapar toda posibilidad de respuesta, de razonamiento. Se trata de no darle a la sociedad ni un minuto para digerir una información.

PRINCIPIO DE LA VEROSIMILITUD

Hacer que todo parezca una verdad irrefutable. Añadir diversas fuentes. Si son muchas las fuentes reconocidas que confirman un mensaje, entonces es que ese mensaje será cierto. Relacionado con el principio de la unanimidad.

PRINCIPIO DE LA SILENCIACIÓN

Censurar. Acallar cualquier idea contraria a la que envía el poder. Para esto, en la época Nazi, fue de vital importancia tener controlados a los medios de comunicación, capaces de olvidar algunas informaciones y destacar otras, según la conveniencia del régimen.

PRINCIPIO DE LA TRANSFUSIÓN

Consistente en adaptar mitos, prejuicios y odios históricos de una masa a los nuevos argumentos. Algo así como adaptar los tópicos (esos que por haber sido repetidos mil veces se han convertido en verdad) a la causa que se persigue.

PRINCIPIO DE LA UNANIMIDAD

Si consigues hacer creer a una persona que piensa igual que todo el mundo, creerá que lleva la razón. Es un principio de identidad y pertenencia. El miedo a destacar en la masa como algo diferente siempre ha sido una de las lacras del individuo. En estas épocas de miedo y control, mucho más. Si todo el mundo piensa como tú, al menos, el raro no eres tú. Al menos, estarás libre de toda acusación. Todo grupo tiende al conformismo.

OTRAS TÉCNICAS DE GOEBBELS

Además de aplicar estos principios, Joseph Goebbels llevó a cabo otras muchas estrategias. Entre 1934 y 1943 la circulación de periódicos en Alemania pasó de 20 millones de ejemplaraes a 26. Lanzó la revista Das Reich, con una tirada de un millón de ejemplares. La radio se abarató(se creó la “radio del pueblo”, la Volksempfanger) y se colocaron altavoces en lugares públicos donde se emitían los discursos de Hitler. Se usó el deporte como ejemplo de la superioridad y se organizaron espectáculos de masas llenos de símbolos. Se produjeron películas históricas (siempre desde el punto de vista ordenado por el ideario Nazi) y se pegaron carteles por las calles. Todo siguiendo la máxima de Goebbels “la propaganda/comunicación debe preparar el camino para acciones prácticas“.

Goebbels

Goebbels dando un discurso: Foto Bundesarchiv, Bild 102-17049 / Georg Pahl / CC-BY-SA 3.0 [CC-BY-SA-3.0-de], via Wikimedia Commons

Como vemos, el poder de la comunicación y la manipulación es inmenso y, llevado a cabo mediante una estrategia con un objetivo claro, puede ser invencible. Hoy, con la perspectiva de los años, lo vemos todo como algo demasiado evidente como para creer que estamos por encima de todo esto, sin embargo, como decía al principio, tendríamos que ponernos en la piel de todas las masas controladas para poder hablar con conocimiento de causa. O quizás, puede que estemos siendo controlados por otros principios actuales de los que sólo seamos conscientes en futuras generaciones. Esperemos, al menos, que sean principios utilizados por alguien con buenas intenciones…

Fuentes: Culturizando, FCOM Sevilla, biografía de Hitler (Edimat).

siempreconectado.es

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