En Costa Rica, el gobierno anunció nueve muertos en su último balance de este viernes: cinco fallecidos en el poblado fronterizo de Upala y otros cuatro en Bagaces, una comunidad ubicada 96 km al norte de San José.  

Aunque el gobierno costarricense no precisó cifras de desaparecidos, fuentes municipales y medios de comunicación mencionan entre 20 y 25 personas cuyo paradero se desconoce tras el paso de Otto, que se alejaba hacia el océano Pacífico por el noroeste de Costa Rica, con vientos sostenidos 110 km/h con ráfagas más fuertes, según el Centro Nacional de Huracanes (NHC) de Estados Unidos, con sede en Miami.  

El Instituto Meteorológico Nacional (IMN) advirtió que Otto seguirá afectando al país, específicamente en el Pacífico Central y Sur, que podrían soportar fuertes lluvias este viernes.  

En tanto, Solís señaló que “se decretará un duelo nacional de tres días a partir del lunes, cuando se haya completado las labores de búsqueda y rescate”.

También agradeció la ayuda de Panamá y Honduras, que pusieron a disposición varias aeronaves para colaborar en labores de rescate y de asistencia a los damnificados.      

Casas aplastadas por enormes árboles, automóviles volcados y calles anegadas de lodo mostraban el efecto catastrófico del ciclón en el norte de Costa Rica, donde varios poblados se encontraban incomunicados por la destrucción de puentes, deslizamientos de tierra y caída de árboles.  

La interrupción de los servicios de agua y electricidad también afecta a estas localidades, informaron las autoridades.  

En Nicaragua, se reportaban decenas de casas dañadas, caída de árboles y destrucción del tendido eléctrico en varias comunidades a orillas del fronterizo río San Juan, como San Juan del Norte, el Castillo y San Carlos.