De acuerdo con el informe, el desempleo en esta franja etaria aumentó más de lo que creció la desocupación en todo el país (de 6,6 a 9,3 por ciento). Incluso, cabe agregar que la Dirección de Estadísticas de la ciudad de Buenos Aires calculó que el desempleo en ese distrito creció de 8,6 a 10,5 por ciento. Los más perjudicados, señala, son los que no terminaron la escuela secundaria y en particular las mujeres.

El 24,6 por ciento actual de desempleo juvenil está por encima del rango del 18/19 por ciento que verificó ese indicador en el período 2010-2015 y supera también el escalón de 2007.

En las conclusiones del relevamiento se puntualiza la similitud de la situación actual con la de los años ‘90. Antes de la aplicación de las políticas neoliberales, el desempleo juvenil estaba -dice el informe- en 17,8 por ciento, pero alcanzó un pico del 37,2 por ciento en 2002. A partir de entonces empezó un período de significativo descenso, hasta el amesetamiento del período 2010-2015.

El informe también destaca que durante el último año creció la intensidad del desempleo juvenil, ya que se redujo del 68,6 al 66,5 por ciento los jóvenes que desde hace seis meses buscan trabajo, mientras que el porcentaje de los que hace más de seis meses que están en esa búsqueda subió de 31,4 al 33,5 por ciento.

Por otro lado, el año pasado la desocupación juvenil entre las mujeres estaba en el 22,7 por ciento, superior al 17,1 por ciento de los varones, mientras que este año los números pasaron al 30,33 y 21,6 por ciento, respectivamente.