Viernes 29 de Marzo de 2024

ACTUALIDAD

15 de enero de 2017

En el Gobierno buscan frenar la entrada de inmigrantes con antecedentes

La canciller Malcorra quiere aumentar el intercambio de información con otros países.

El crimen de Brian Aguinaco y el largo conflicto con los manteros de Once son, para el Gobierno de Mauricio Macri, la manifestación de un problema estructural: la política migratoria.

En el Gobierno ya se encuentran trabajando en avanzar a una política migratoria más dura, pero tratando de evitar el costo político en el año de las elecciones de medio término.

Por eso, aclaran que se tratará de "controles inteligentes sin estigmatizar ni caer en la xenofobia".

Las discusiones se dan dentro de la mesa que se desprendió del "Gabinete Nacional del Programa Siria".

"Estamos recibiendo inmigrantes que vienen con una carga personal que hay que revisar. Cuando estás recibiendo gente que ya de por sí tiene un registro de delincuencia, es una situación particular, no es un migrante: es eventualmente alguien que está escapando de la ley, o alguien con estado de inmigración que al mismo tiempo delinque", explicó la canciller Susana Malcorra en diálogo con Clarín.

"No podemos volvernos un país cerrado, pero al mismo tiempo tenemos que ser un país responsable de que acogemos a aquellos que vienen a la Argentina a ser parte de un proyecto con buena voluntad". ¿Qué se entiende por 'buena voluntad'? "Esas cuestiones son las que la ley o la revisión de la ley va a tratar de ajustar", deslizó Malcorra.

Las únicas diferencias dentro del Gobierno es en cuanto a cómo endurecer la política migratoria.

Naturalmente, evitar un proyecto de ley o -más aún-, un decreto, suavizaría el costo político. Por eso, algunos hablan del inciso C del artículo 29 de la ley 25.871, de Migraciones, que fija como impedimento para el ingreso y permanencia a aquel extranjero que haya sido "condenado" o tenga "antecedentes por tráfico de armas, de personas, de estupefacientes o por lavado de dinero o inversiones en actividades ilícitas" o por "un delito que merezca para la legislación argentina pena privativa de la libertad de tres (3) años o más".

Este artículo sería la herramienta para endurecer el ingreso sin pagar un elevado costo. El problema consiste en fortalecer el intercambio deficiente de información con los países.

Al respecto, dijo Malcorra: "Al mundo le fue muy mal siendo xenófobo. No llegamos a ningún buen puerto con eso. No es que cualquiera puede entrar, pero tampoco podemos estigmatizar y cerrarnos, porque nuestro país es lo que es por los inmigrantes que vinieron".

Para la canciller, "hay que hacer controles muy inteligentes, cruces de la información con la que se cuenta" y no caer en la xenofobia, "que es ideología". "La mayoría de inmigrantes vienen con buena voluntad. Esto no se tiene que hacer por razones de ideología sino para preservar a nuestro territorio de aquellos que no tienen buena voluntad".

A fines de este mes, la mesa de coordinación se volverá a reunir y podría haber novedades. 

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