Mientras los líderes de los países del G20 llegaban a la ciudad de Hamburgo para la cumbre, la Policía alemana reprimió este jueves a grupos de manifestantes, que esperaban recibir a los dirigentes mundiales bajo la consigna de “Bienvenidos al infierno” y “Golpeen al G20”.

Con camiones hidrantes, gases y bastones, la Policía corrió por las calles del centro de Hamburgo, una coqueta ciudad portuaria del norte alemán, a manifestantes que respondieron, en algunos casos, lanzando piedras, botellas y bengalas, según mostró la cadena de noticias CNN. 

Según mostró la televisión internacional, la columna de manifestantes intentó avanzar sobre el corazón del centro de Hamburgo, donde la Policía cerró un perímetro de seguridad con miles de oficiales. 

Cuando las organizaciones críticas a la cumbre del G20 llegaron al perímetro y trataron de superarlo, la Policía comenzó a reprimir. 

La jornada, que marcará el fin de una semana llena de protestas, performances artísticas y hasta un concierto masivo de música pop, comenzó con un desfile de cientos de personas, bañados en arcilla gris, al estilo de la serie estadounidense The Waslking Dead. El pasado miércoles una iniciativa similar había llamado a los “ciudadanos grises y apagados” a despertarse y pedir por un mundo más justo. 

A lo largo de esta semana, pero especialmente en esta jornada, con la llegada de los líderes mundiales, entre ellos el estadounidense Donald Trump, el ruso Vladimir Putin, el chino Xi Jinping y Mauricio Macri, que protagonizarán la cumbre del G20 el próximo viernes y sábado, alrededor de 20.000 policías con vehículos blindados, helicópteros y drones convirtieron la apacible ciudad de Hamburgo en una citadela blindada. 

La Policía limitó, hizo retroceder y hasta detuvo a manifestantes desde la primera gran protesta, el domingo pasado.