"¡Qué carajo nos importa a nosotros lo que diga Donald Trump!”, exclamó anoche, fiel a su estilo, el presidente venezolano, Nicolás Maduro, sobre la opinión de su par estadounidense, cuyo gobierno anunció que desconocerá la autoridad de la Asamblea Nacional Constituyente (ANC) elegida el pasado domingo en el país caribeño.

"Lo único que nos importa es lo que dice el pueblo soberano de Venezuela”, sentenció Maduro en la Plaza  Bolívar, en Caracas, donde ofreció un discurso tras el proceso electoral.  
Rechazó “las pretensiones insolentes del gobierno del emperador Donald Trump de dictar normas, órdenes y pautas para el pueblo de Venezuela”.  

"A Venezuela no la ordenan ni le mandan desde el exterior”, añadió, diferenciando su país de otros gobiernos “subordinados” a Washington  en la región, entre los que mencionó a Colombia, México y Perú.    

Previamente, Washington había criticado la represión gubernamental contra las manifestaciones opositoras que llevan casi cuatro meses y que dejaron 118 muertos, mientras sancionó a trece funcionarios del Estado venezolano por supuestas violaciones a los derechos humanos y por incurrir en presuntos actos de corrupción.    

En contraposición, Maduro celebró que varios mandatarios integrantes de la Alternativa Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América  (ALBA) -como los presidentes de Nicaragua, Daniel Ortega, y Bolivia, Evo Morales-, así como varios primeros ministros del Caribe angloparlante lo llamaran para felicitarlo por la elección de la ANC, consignó la agencia de noticias DPA.

Según el mandatario, la ANC servirá para reformar la Constitución, refundar los poderes públicos y someter a la justicia a los responsables de los actos de violencia de los últimos meses.  

Por su parte, la oposición se negó a participar en el proceso por considerarlo un “fraude” a la Constitución y denunció que el verdadero objetivo de Maduro es modificar la Carta Magna a su propia conveniencia, disolver los poderes públicos que le sean contrarios y perseguir a la disidencia para imponer una dictadura.   

Votaron "algo más del 40%" de los venezolanos, según el número oficial

La elección para la Asamblea Nacional Constituyente en Venezuela, convocada por el oficialismo y rechazada por la oposición, tuvo según el Consejo Nacional Electoral (CNE) una concurrencia de ocho millones de votantes (41,53% del padrón), cifra que contrasta con las estimaciones de consultoras privadas, que fijaron la asistencia de ayer a las urnas en entre 10% y 25% del electorado habilitado.

También se conocieron cifras muy diferentes sobre la cantidad de muertes violentas surgida en diversos incidentes, que para la Fiscalía fue de ocho y para la oposición, 14, y el gobierno descartó que esos episodios hayan sido responsablilidad de las Fuerzas Armadas.

La cifra de votantes supera los resultados obtenidos por el presidente Nicolás Maduro en las elecciones presidenciales de 2013, cuando logró el apoyo de poco más de siete millones de votos, y también es mayor que el obtenido en las últimas legislativas de 2015, en las que el chavismo perdió con 5,6 millones de votos frente a los 7,7 de la oposición.