Se trata de una tendencia conocida como breast milk jewelry  (joyas de leche materna), que nació en Estados Unidos hace casi 20 años pero que ahora es furor en Latinoamérica. La misma propone realizar de aros, pulseras, dijes, relicarios y otras artesanías con material genético auténtico como: pelo, leche materna, cordón umbilical, placenta o hasta cenizas de un ser querido.

En Estados Unidos existen marcas de referencia como Mommy Milk o Brest Milk Pendant pero la novedad es que ya hay joyeros locales que se sumaron a la tendencia.

Quienes consumen este tipo de joyas consideran que, como la lactancia fortalece el vínculo entre madres e hijos, este producto se convertirá en el medio elegido para encapsular ese legado eterno.

Una historia conmovedora es la de Anne, creadora de Mamma’s Liquid Love, quien comenzó a hacer estas joyas luego de tener que batallar mucho tras el nacimiento de su segunda hija porque no producía la leche suficiente para alimentarla. Esto la llevó a tener que recurrir a un banco de leche y, como un gesto de agradecimiento con la donante, esta mamá joyera se las ingenió para hacer un colgante con la leche. Cuando se lo entregó, la mujer se emocionó muchísimo y eso la inspiró para crear la línea de joyas “Amor Líquido”.

En Argentina ya hay varios joyeros que trabajan estas técnicas, una de ellas la cordobesa Morena De Lisi, dueña de Vida Lunar que, según cuenta a Clarín, comenzó a fabricar estas piezas después de transitar su experiencia con la maternidad: “Tras un poco más de cuatro maravillosos e intensos años con ellos, aprendiendo constantemente, busqué formas de resumir toda esa magia en un objeto para mí y para ellos”.

¿Cómo se hace una joya de leche materna?

“Antes se guardaban muchos de estos recuerdos de forma casera. En el caso de las joyas de leche, ésta es sometida a un proceso de esterilización y conservación para transformarla en una gema sólida, con mucho amor, dedicación, cuidado y respeto”, detalla Morena. Y agrega: “El proceso de secado, pulido y finalización de la gema dura entre tres y diez días (dependiendo del modelo elegido). Y queda un producto sólido casi como una piedra, y bello. Pueden ser del color natural de la muestra o con colores agregados, brillos, etcétera”.

Además, se puede incluir el nombre del bebé o algún otro mensaje significativo. Se puede combinar con engarces de plata, oro u otro material, de acuerdo al gusto del cliente. Los valores de los dijes y anillos oscilan en los 750 pesos.

Algunos modelos para inspirarse:

Con pelito de bebé

Con cordón umbilical

Con leche materna

¡Con cenizas también!

No hay nada más doloroso que despedir a un ser querido. Y cuando éste decide ser cremado resulta muy difícil dejar sus cenizas en algún sitio sin sentir culpa. Es por eso que, desde hace algunos años, está creciendo mucho la tendencia de convertir las cenizas crematorias en diamantes azules, mediante procesos químicos de alta presión y temperatura. Una empresa suiza llamada Algordanza está a la vanguardia en este proceso que transforma el carbono orgánico en hermosas joyas. Estos diamantes, que se sintetizan del carbono orgánico que producen los restos físicos. Así, 2,5 kilos de ceniza pueden derivar en un diamante azul de 0,2 gramos que, según proclaman en la empresa, “retornará a la familia en forma de tesoro”.