Miércoles 24 de Abril de 2024

POLITICA

3 de diciembre de 2015

Lo que no se contó de la reunión de CFK con gobernadores del FPV

El almuerzo arrancó tranquilo "a puertas cerradas" en el comedor presidencial de la Casa Rosada.

La presidenta Cristina Fernández de Kirchner había invitado a los gobernadores peronistas a una comida de "camaradería" para agradecerles el apoyo en estos 12 años de gobierno kirchnerista y analizar el nuevo rol del peronismo a partir del 10 de diciembre como principal partido de la oposición. 

Pero a los postres, el ambiente se puso espeso y la cordialidad inicial quedó sepultada por el estallido de "La Jefa".

A los gritos, y ante la mirada atónita de los comensales, comenzaron los pases de factura por parte de CFK. Primero, al jujeño Eduardo Fellner, a quien le reprochó a viva voz haber sido derrotado en su tierra por el radical y aliado de Cambiemos, Gerardo Morales.

Y luego, le tocó el turno al sanjuanino José Luis Gioja, que tenía la pretensión de conducir el bloque del PJ en Diputados a partir del 10 de diciembre y contaba, además, con el visto bueno de sus pares. 

"La reunión fue durísima", dijo una fuente que tuvo acceso a los participantes.

La tensión en el comedor presidencial fue creciendo. Y Cristina no se detuvo en su catarata de reproches: "Cuando pasó lo de Nisman, Aníbal (Fernández) fue el único que me defendió mientras ustedes estaban todos escondidos", les gritó. 

A tal punto llegó la explosión de la mandataria, que Fellner tuvo que salir a fumar un cigarrillo al pasillo para tranquilizarse y evitar responderle "en malos términos" a la Presidenta.

Fue entonces cuando Capitanich intentó calmarlo y le pidió al jujeño escuchar y "entender" el enojo de Cristina. 

Los gobernadores asistían a la escena sin poder dar crédito a "su nivel de obsecuencia".

Otros que dieron la nota durante el almuerzo fueron los gobernadores de Entre Ríos, Sergio Uribarri, y Jorge Capitanich, de Chaco, intentando calmar alguna que otra tibia reacción de sus pares ante los gritos de Cristina: "Es la Jefa, es la Jefa..." susurraban por lo bajo para aplacar cualquier atisbo de rebelión o intento de contradecirla. 

Los más azorados por la conducta presidencial en el tenso almuerzo de ayer fueron los mandatarios electos Sergio Casas (La Rioja), Hugo Passalacqua (Misiones), Gustavo Bordet (Entre Ríos) y Sergio Uñac (San Juan), sin experiencia en esto de lidiar con "los humores" de la Presidenta. Una cosa quedó clara: lejos de pensar en su retiro, CFK pretende seguir manteniendo, aunque sin cargo formal, la conducción del peronismo una vez que deje el poder el próximo 10 de diciembre.

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