El escenario de la Convención Nacional Demócrata recibirá el miércoles por la noche al presidente Barack Obama, en lo que promete ser un virtual "paso de mando" a favor de la candidata Hillary Clinton.

Se espera que el mandatario hable alrededor de las 22:30, hora local, y ofrezca un discurso que ha sido preparado durante el último mes con lainstrucción precisa de que no se concentre en sus ocho años en la Casa Blanca.

Por el contrario, según pudo saber el Washington Post, sus asesores han recibido la indicación de que el foco esté puesto en que Clinton –proclamada oficialmente como la candidata demócrata el martes– es la más calificada para sucederlo en el cargo.

Estos son los estractos publicados por la web especializada Politico, horas antes de que Obama arribe a la convención: 

El Estados Unidos que yo conozco está lleno de coraje y optimismo y de ingenio. El Estados Unidos que conozco es decente y generoso. Claro, tenemos preocupaciones reales –sobre el pago de impuestos, la protección de nuestros niños, el cuidado de un familiar enfermo–. Nos frustramos con la parálisis política, nos preocupamos por las divisiones raciales; nos conmocionamos y entristecemos por la locura de Orlando o de Niza. Existen sectores de Estados Unidos que nunca se recuperaron de los cierres de fábricas; hombres que con orgullo trabajaron duro para mantener a sus familias y que hoy se sienten olvidados. Padres que se preguntan si sus hijos tendrán las mismas oportunidades que tuvimos nosotros.

Todo eso es real. Tenemos el desafío de hacerlo mejor, de ser mejores. Pero a medida que he recorrido este país a través de sus cincuenta estados, y tras haberme alegrado y entristecido con ustedes, puedo decir que también he visto todo lo que está bien con Estados Unidos. Veo gente que trabaja duro y emprende nuevos negocios, gente que enseña a nuestros niños y que sirve a nuestro país. Veo una generación joven, llena de energía y nuevas ideas, que no tiene límites para ser lo que es y para aprovechar lo que debería ser.

Saben, no hay nada que te prepare realmente para los desafíos del Salón Oval. Hasta que no te sientas en ese escritorio, no sabes cómo es manejar una crisis global o enviar jóvenes a la guerra. Pero Hillary ha estado en esa habitación, ella ha sido parte de esas decisiones. Ella sabe lo que se pone en juego con las decisiones de nuestro gobierno para la familia trabajadora, para las personas de la tercera edad, para el pequeño empresario, para el soldado y para el veterano. Incluso en medio de una crisis, ella escucha a la gente y no pierde la calma, y trata a todos con respeto. Y no importa cuán desalentadoras sean las probabilidades; no importa cuánto la gente trate de derribarla, ella nunca abandona.

Esa es la Hillary que yo conozco. Esa es la Hillary que he admirado. Y por eso puedo decir con confianza que nunca ha habido una mujer o un hombre más calificado que Hillary Clinton para servir como presidente de los Estados Unidos.