Sábado 20 de Abril de 2024

SALUD

13 de octubre de 2016

La anorexia afecta también a los hombres

El trastorno alimenticio afecta mayormente a las mujeres, pero los hombres no están exentos de padecerla, coinciden especialistas consultados

Cada tentempié que se llevan a la boca lo consideran como un arma para su físico, pues no quieren ganar peso. Esta es la sensación de aquellos que viven en manos de la anorexia.

Se trata de un trastorno alimenticio que se caracteriza por el miedo intenso a ganar peso o a convertirse en obeso, o una conducta persistente para evitar ganar peso, incluso estando por debajo del peso normal, según los criterios delManual de Trastornos Mentales.

“Por ser una enfermedad o trastorno mental, que no es diagnosticado a diario, no hay cifras”, opina Maritza Graciela Ríos Castillo, nutricionista especialista en este tipo de problemas, en el Día Mundial de la Salud Mental.

No obstante, la Organización Mundial de la Salud (OMS) calcula que afecta a entre el 0.5% y el 3% de la población global de adolescentes, convirtiéndose en la tercera enfermedad crónica más común entre este grupo.

De este porcentaje, entre el 5% y el 10% corresponde a los hombres.

La organización ha clasificado la anorexia como un trastorno mental y del comportamiento.

 

El problema en ellos

Los especialistas coinciden en que la anorexia en el caso de los hombres sigue siendo un tabú.

¿A qué obedece esta situación? Culturalmente se relaciona la anorexia como una “ enfermedad de mujeres” y por ende denota fragilidad emocional, considera el psicólogo Nefhtaly Montenegro.

“Esto es algo que para el hombre, por pensamientos erróneos desde la crianza y presión social, se le niega”, subraya.

Aún hay quienes ven a los hombres como el fuerte y el capaz, pero no es así, ellos son como cualquier otro ser humano que tiene miedos y son vulnerables, añade Lesbia González, psicóloga y profesora de la Universidad Especializada de las Américas.

No obstante, la psicóloga clínica María Eugenia de Martín considera que no es precisamente un tabú, sino que al ser un tema poco común, no se habla mucho de ello.

Los trastornos alimenticios tienen ese elemento, es un problema de “clóset”, anota.

Así los hombres no son diagnosticados a tiempo o desconocen sus síntomas y por ende no pueden ser tratada de forma adecuada.

Los estándares de belleza siempre se han aplicado a las mujeres, sobre todo en el aspecto de la delgadez. No obstante, hay hombres que también persiguen este objetivo. En esta búsqueda, ellos pueden caer en las garras de la anorexia.

Las cifras de estos casos es baja, pues solo entre el 5% y 10% del total de los casos de anorexia pertenece a los hombres, según estimaciones de la Organización Mundial de la Salud. 

El porcentaje de hombres que padecen este mal es bajo, quizá porque los varones no son muy dados a ir a atenderse al médico y no se puede detectar a los pacientes con este problema, considera Jorge Rodríguez Sotomayor, médico familiar y subdirector nacional de Promoción de Salud del Ministerio de Salud. 

Por lo general, les da pena ir donde un profesional o pedir ayuda a otra persona por vergüenza, por el simple hecho de que es hombre, apunta el especialista. 

“No se atreven a decir que tienen un problema, porque han querido ser bonitos y se han querido cuidar, y son hombres”, reitera Lesbia González, psicóloga y profesora de la Universidad Especializada de las Américas. 

Por otro lado, los hombres que presentan más posibilidades de desarrollar anorexia son aquellos con exceso de peso y que han sufrido burla por ello, los que tengan baja autoestima o que sobrevaloran la opinión ajena, haber sufrido abandono o abuso sexual en la niñez; ser homosexual, bisexual o metrosexual (que cuida mucho su imagen), tener antecedentes de adicción al tabaco, alcohol u otra droga y tener antecedentes de conducta obesivo-compulsiva, detalla Maritza Graciela Ríos Castillo, nutricionista especialista en el tema.

 

Características

Este trastorno alimenticio que persigue un cuerpo lejos de la obesidad y que por ende limita a la persona a ingerir grandes cantidades de alimentos, está ligado más que nada a un aspecto físico que busca un cuerpo escultural y, en muchos casos, que imite a figuras famosas, recalcan los especialistas.

Aparte de comer menos de lo que debería, incrementa su actividad física con el objetivo de adelgazar, asegura Rodríguez Sotomayor.

Todo su mundo gira en torno a la pérdida de peso, sin pensar en el peligro de tener un peso muy bajo; hay una percepción errónea de su cuerpo o del peso, reitera el psicólogo Nefhtaly Montenegro.

 

Edades de la anorexia

El grupo etario de mayor riesgo para la anorexia (tanto hombres como mujeres) está comprendido entre los 14 y 18 años.

Aunque existen estudios que amplían esta edad desde los 12 a los 25 años, según datos de la OMS.

En efecto, hay adolescentes de 11 años que presentan este problema de salud por este asunto. “Atendí un caso de un chico de 12 años que decía que estaba obeso, cuando no era así”, cuenta González.

“Es muy raro que ocurra en los adultos que pasen de los 30 a 40 años, incluso en las mujeres de esta edad es raro. Se da más en la juventud, porque ellos son más vulnerables a tratar de responder a un estándar de belleza y el ambiente de la moda y los artistas los atrae”, considera.

Pasados los 30 años, las personas no caen tan fácilmente, porque no están urgidos de llamar la atención.

¿Cómo tratarla? Va a depender de la etapa en la que se encuentre la enfermedad.

En la primera etapa, el mal es reversible, solo con voluntad y conciencia; en la segunda, pocas veces se curan sin ayuda; en la tercera etapa las personas requieren asistencia médica, psicológica, espiritual y nutricional, explica Ríos.

El apoyo familiar y de personas cercanas al afectado, es necesario en este proceso de recuperación.

Se deben cambiar conductas, pensamientos, hábitos alimenticios (adquirir conductas de alimentación adecuadas) y físicos, agrega Montenegro.

Para lograr manejar adecuadamente este problema se requiere de un equipo multidisciplinario: psicólogos, médicos y nutricionistas, entre otros.

 

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