Al menos 60 personas murieron y decenas resultaron heridas en un ataque contra una escuela de cadetes de policía en Quetta, sudoeste de Pakistán, perpetrado por tres hombres fuertemente armados abatidos al cabo de varias horas de enfrentamiento.
Se trata de uno de los ataques más mortíferos en lo que va de año en Pakistán.
Los familiares de las víctimas comenzaban a afluir esta mañana al lugar del drama, donde las fuerzas de seguridad seguían patrullando.
Los funerales de las víctimas se llevarán a cabo durante la tarde del martes.
El responsable del hospital público de Quetta, capital de Baluchistán, Nasir Sumalani había confirmado los decesos.
"También recibimos el cuerpo de un terrorista”, había dicho Sumalani.
Los tres atacantes lograron entrar en la academia policial, donde normalmente residen unos 700 cadetes, a las 23:30 locales (17:30 de argentina).
"Primero se dirigieron contra el centinela de la torre de vigilancia y después de un tiroteo lo abatieron y pudieron entrar en el edificio de la academia”, informó el ministro provincial de asuntos internos de Baluchistán, Mir Sarfaraz Ahmed Bugti.


Rápidamente el ejército desplegó una operación, apoyada por helicópteros.
Las cadenas de televisión mostraban imágenes de los soldados entrando a la academia de policías y de las ambulancias evacuando a los heridos.
"Las fuerzas de seguridad se movilizaron en 20 minutos" declaró el general Sher Afgan, comandante del Frontier Corps, un cuerpo paramilitar encargado de las operaciones contraofensivas.


Cuando llegamos al lugar vimos “que habían tomado como rehenes a varios reclutas”, agregó.
"Pusimos fin al ataque tres horas después de nuestra llegada”, agregó el general al dar cuenta del intenso enfrentamiento.


El general Sher Afgan atribuyó el ataque al grupo armado Lashkar-e-Jhangvi, aliado con los talibanes.
"Estaban en comunicación con efectivos en Afganistán”, indicó.

Una región inestable

 

Ningún grupo reivindicó por ahora el ataque, pero se sabe que separatistas actúan desde hace años en Baluchistán, provincia que experimenta frecuentes conflictos intercomunitarios y actos de violencia cometidos por islamistas.
"Vi tres hombres con traje de camuflaje, con la cara cubierta y armados con kalashnikov”, contó a la televisión un testigo que se identificó como uno de los cadetes.


"Ellos empezaron a disparar y lograron entrar a los dormitorios pero logré escapar pasando por encima de un muro”, afirmó.
Este ataque se produce un día después de que un hombre armado del Ejército de Liberación de Baluchistán que iba en motocicleta mató a dos guardias costeros y a un civil, hiriendo además a un tendero en una zona remota de la costa de esta provincia.
En agosto un ataque suicida contra un hospital de Quetta dejó 73 muertos, incluyendo varios abogados que se habían congregado para protestar por la muerte de un colega en un tiroteo.
El atentado de agosto fue reivindicado por una facción talibán, Jammat-ul-Ahrar (JuA), y después por el grupo yihadista Estado Islámico (EI).