El juez federal Claudio Bonadío citó a declaración indagatoria a la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner, a sus dos hijos -Máximo y Florencia- y a los empresarios Cristóbal López y Lázaro Báez en el marco de la causa Los Sauces por los presuntos delitos de "cohecho" y "lavado de dinero", consignaron fuentes judiciales.

La ex presidenta tendrá que presentarse en los tribunales federales de Retiro el próximo 7 de marzo a las 9 de la mañana, mientras que, un día antes, deberán hacerlo sus hijos Florencia y Máximo, quienes enfrentarán la primera indagatoria en una causa penal por delitos de corrupción.

En total y según la resolución a la que accedió Télam, Bonadío citó a indagatoria a un total de 21 imputados, desde el 20 de febrero hasta el 7 de marzo, cuando se espera a la ex Presidenta.

Además de Cristina y sus hijos, serán indagados el ya detenido empresario Lázaro Báez y sus hijos Martín, Leandro y Luciana y la sobrina de la ex presidenta, Romina Mercado, entre otros.

También se citó al empresario Cristóbal López y a su socio Fabián de Souza.
El juez entendió que existe un “grado de sospecha” suficiente para indagar a todos los imputados en esta causa que investiga el alquiler de propiedades de la sociedad Los Sauces, perteneciente a la familia de la ex Presidenta, a
empresarios beneficiados con la obra pública en el kirchnerismo.

Según la acusación impulsada por el fiscal Carlos Rívolo en base a una denuncia de la diputada Margarita Stolbizer, las propiedades fueron rentadas principalmente a los empresarios López y Báez como parte de un entramado para encubrir el pago de sobornos por la adjudicación de obra pública de manera ilegal.

La decisión de Bonadio se dio tras recibir en la causa el resultado de tres pericias, entre ellas una contable sobre las operaciones de Los Sauces vinculadas al rubro inmobiliario.

En particular se investigan los alquileres desde 2008 a las empresas Inversora M&S, Alcalis de la Patagonia, del acusado Cristóbal López y Valle Mitre, Loscalzo y del Curto y Kank y Costilla, de Lázaro Báez.

A lo largo de la investigación, Bonadío allanó las administraciones de consorcios de dos departamentos en la zona porteña de Puerto Madero, propiedad de la ex presidenta y del departamento donde vive Florencia Kirchner, en el barrio de Constitución.

También quedaron bajo investigación dos lotes en la ciudad santacruceña de Calafate, otros dos en Río Gallegos, uno en El Chaltén y la casa de la ex presidenta en Río Gallegos.

Según la investigación, la mayor parte de estas propiedades fueron alquiladas a las empresas de Báez y López, principales beneficiarios de la obra pública.
La sociedad Los Sauces habría obtenido ganancias por unos 10 millones de pesos sólo de esos alquileres.

Entre los citados a indagatoria están los miembros del directorio de Los Sauces y las sociedades investigadas, escribanos vinculados a operatorias con inmuebles, el contador de la familia Kirchner Víctor Manzanares, y un socio de la familia Kirchner, Osvaldo Sanfelice.

La ex presidenta ya está procesada en la causa por la venta de dólar futuro al final de su gobierno, también a cargo de Bonadío, y en otra pesquisa por el direccionamiento de obra pública a favor del empresario Báez en Santa Cruz, que tramita el juez federal Julián Ercolini.

También está imputada en la denuncia del fallecido fiscal Alberto Nisman por supuesto encubrimiento del atentado a la AMIA, abierta por orden de la Cámara Federal de Casación y a cargo del juez Ariel Lijo.

Sin embargo, ésta será la primera vez que sus dos hijos tengan que presentarse como acusados en los tribunales federales del barrio porteño de Retiro.