Se sintió mal, pidió atención médica, y, tras ser revisado, al médico penitenciario le pareció que requería un estudio de mayor complejidad; por este motivo, le avisaron al juez federal Sebastián Casanello, a cargo de las causa por la que se lo investiga, que planeaban enviarlo a Los Arcos para ser sometido a los estudios necesarios.

La fuentes agregaron que no está desestabilizado y no sufrió un infarto, pero que se quería chequear que la condición cardíaca de Báez esté en orden.

Finalmente, precisaron que fue enviado a Los Arcos porque ese es el sanatorio que indicó la prepaga con la que cuenta el ex hombre fuerte de las licitaciones durante los gobiernos kirchneristas.