La interna entre el ministro de Energía, Juan José Aranguren, y su ex número dos, José Luis Sureda, se hizo pública en la carta de renuncia que este le dedicó a su ahora ex jefe político. Allí lo trató de autoritario” y aseguró que “lo que se había acordado luego fue modificado por otros organismos”, defendiendo el fuerte ajuste que se había planteado, luego dejado de lado por razones técnicas, pero principalmente políticas.

El lunes, el funcionario respondió a la misiva de su ex número dos y se excusó en la necesidad de “trabajar en equipo” -una base del discurso oficial- para justificar dichas inversiones. 

“Estando a cargo del Ministerio de Energía y Minería, integro también otro equipo, el del gabinete de ministros, coordinado justamente por un ministro coordinador y dirigido por el Presidente de la República. Por lo tanto, es esperable que las ideas y objetivos de un ministerio deban ajustarse a otros objetivos superiores, que tengan en cuenta no solamente las necesidades del largo plazo, sino también las de la coyuntura”, aseguró Aranguren.

Acto seguido, apuntó directamente contra las acusaciones: “No aceptar esta adaptación ‘extra muros’, tal el término usado por el Ing. Sureda en su renuncia, sería, eso sí, una clara expresión de autoritarismo y no comprender que siempre habrá un puente que transitar entre lo técnicamente deseable y lo políticamente posible”.

En el cierre, el ministro hace alusión a la misiva en la que Sureda además cuestionó que no hayan permitido el ingreso de un periodista que iba a entrevistarlo en la dependencia oficial. “Desde ya que no considero que ‘la libertad ajena es un bien transable (sic) que yo puedo arbitrar a mi gusto’, como lamentablemente se señala en la renuncia”.