Miércoles 24 de Abril de 2024

INSOLITO

28 de marzo de 2018

Domiciliaria para un coreano porque no le gustaba la comida de la comisaría

Un ciudadano coreano detenido en Puerto Madryn acusado de haber intentado matar a su ex pareja en febrero último, en esa ciudad chubutense, fue beneficiado con el arresto domiciliario porque la comida que le daban en la comisaría 'no es de su consumo habitual'.

Un ciudadano coreano detenido en Puerto Madryn acusado de haber intentado matar a su ex pareja en febrero último, en esa ciudad chubutense, fue beneficiado con el arresto domiciliario porque la comida que le daban en la comisaría "no es de su consumo habitual" y perdió 14 kilos.

El Ministerio Público Fiscal de Chubut informó, además, que otro de los inconvenientes de la detención en la seccional es que "no se puede comunicar" con quienes lo custodian por la diferencia de idiomas.

El beneficio alcanzó a Hwang Doo Jin, quien está imputado del delito de "homicidio doblemente agravado por el vínculo y por ser cometido mediante violencia de género" en grado de tentativa.

Según la acusación, el 17 de febrero, en la casa de la ex pareja del sospechoso, ubicada en el barrio Solana de Puerto Madryn, un hombre "se hizo presente, vestido de ropa oscura y guantes de cuero negro en sus manos".

Al ser atendido por la víctima, el agresor "la empuja hacia el interior del domicilio haciéndola caer en el piso y comienza a golpearla en forma desmedida".

Para la fiscalía, el agresor sujetó a la víctima "de la cabeza en reiteradas veces y golpeándola con el piso, arrastrándola de los pelos hacia la cocina y el baño, y en todo momento el sindicado intentaba ahorcarla con sus manos".

"Ante los gritos de auxilio, y al estar la puerta de acceso abierta, es que se acerca un vecino, quien al observar a la señora bañada en sangre e intentando huir de su domicilio y que el Hwang la sostenía del tobillo, es que decide retirarla y dar aviso al personal policial", que detuvo al sospechosos en el lugar, sostuvo la acusación.

Luego, el defensor particular del acusado, Oscar Romero, planteó ante la jueza Stella Eizmendi que desde que está en presión preventiva, su asistido padece "dificultades diariamente para comunicarse con el personal policial que lo custodia respecto a las necesidades que se le presentan".

Para el abogado, esta situación generó "inconvenientes" en el "modo de vida habitual" del detenido, en especial, "con la ingesta de alimentos".

"La vianda que se le entrega no es del tipo de la que él consumía habitualmente. Eso motivó a no ingerir esos alimentos, que le generan malestar estomacal", sostuvo el abogado en una audiencia ante la magistrada, a quien le manifestó que "es voluntad" del acusado "recuperar su peso" ya que debido a su situación de detención perdió "catorce kilos".

La fiscal María Alejandra Hernández se opuso al pedido de arresto domiciliario de la defensa al considerar que el acusado debe seguir con prisión preventiva al existir riesgos procesales.

"El defensor busca velar por su patrocinado, lo cierto es que es función de la Fiscalía velar por los derechos de las víctimas", replicó la fiscal.

Finalmente, la jueza Eizmendi hizo lugar a la solicitud de la defensa al sostener que si bien "siguen vigente la presunción de autoría y los peligros procesales" no puede desconocer "la dificultad que tiene para comunicarse con el personal policial así como con el personal médico, y también que las circunstancias físicas y de salud, han variado notablemente".

"Los peligros procesales que existen pueden ser aventados a través del arresto domiciliario", concluyó la magistrada.

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