Lila, la primera bebé puntana hija de los refugiados sirios, nació en la capital de San Luis y tanto ella como su madre están "en perfectas condiciones de salud", informaron fuentes sanitarias locales. La nena, que "pesó 3,400 kilos y midió 49 centímetros, es hija de Maya (33) y Joseph (37) y nació por cesárea", precisaron desde la clínica provincial en la que llegó al mundo.

"Es el tercer hijo que tenemos, pero el primero que nace en San Luis", dijo orgulloso su papá, que contó que su familia forma parte del plan de asistencia a los refugiados sirios, que puso en marcha la provincia el año pasado. El matrimonio llegó desde Aleppo junto a sus hijos Housip, de nueve años, y Abelardo, de uno, y viven en las residencias universitarias de la ciudad de La Punta, 20 kilómetros al norte de la capital.

Como los 38 refugiados sirios que ya eligieron a San Luis para vivir, reciben planes sociales del Estado local para subsistir, mientras aprenden el idioma y se capacitan en distintas labores. La primera pareja que llegó a la provincia fue la integrada por Lana y Majab, quienes arribaron el 7 de febrero de 2017. Ambos están trabajando: él como cheff en un hotel y ella como docente de artes plásticas.

San Luis es "Estado llamante" en el marco del Corredor Humanitario Internacional, jerarquía que le permite recibir a refugiados que huyen de la guerra, desesperados por la dramática situación que viven en su país de origen. Los apellidos de los refugiados no se suministran por "razones de seguridad", de acuerdo a lo señalado por Liliana Scheines, responsable del Programa de Refugiados.

A diferencia de otros países, como es el caso de Estados Unidos o muchos de los miembros de la Unión Europea, que le cierran la puerta a los sirios, Argentina decidió darles cobijo a aquellos que huyen de la guerra. San Luis es una de las provincias que puso en marcha el programa de acogida más generoso de la región, ya que cubre los gastos del traslado en avión, vivienda, salud, educación y ayuda a buscarles un trabajo.