Viernes 29 de Marzo de 2024

LOCALES

18 de mayo de 2018

Baños con agua fría, chirlos y cinta en la boca para que no lloren... Malos tratos en un Maternal

Los Padres denunciaron que las maestras a cargo del cuidado de los pequeños los maltrataban, golpes, cintas en la boca para que no lloren y hasta los hacían dormir en el piso.

Un grupo de Padres tras notar cambios en la conducta de sus niños comenzaron a comentarlo entre el resto de los padres, sostienen que los pequeños recibían chirlos por parte de las maestras jardineras, los bañaban con agua fría, y si lloraban les ponían una cinta en la boca, “Nos pintaban que los chicos estarían bien atendidos, además contaban con actividades especiales como idiomas, danzas nativas, gimnasia, cosa que jamás brindaron” comento a RADIO EL TALA  la Tía de uno de los pequeños que habrían sufrido  todo tipo de malos tratos hace dos años.
Al enterarse de la manifestación espontanea de padres frente al maternal “Mis Pequeñas Sonrisas” se llegó al lugar y decidió hablar también con ellos.


 Allí les conto sobre la pésima experiencia de su sobrinito que por aquel entonces el pequeño solo tenía dos añitos, los cuales coincidían con lo relatado por los Padres que se manifestaban en el lugar
Si se ensuciaban permanecían así hasta que los retiraban, chirlos, baños con agua fría, pequeños durmiendo en el piso, y si lloraban se solucionaba con pegarles una cinta en la boca.


Un panorama triste que no concuerda con la imagen que se tiene de un jardín materno-infantil.
En la jornada de ayer los Padres presentaron una denuncia en Fiscalía General donde tomó intervención el fiscal en turno, Luis Baracat. 
Por la tarde, en el ‘establecimiento’ se realizó un procedimiento judicial.
Uno de los papás contó que su hijo de tres años había comenzado en marzo el jardín pero solo fue dos meses pues desde un primer momento tuvo sospechas de los malos tratos, por lo que decidieron consultar con otros padres para saber qué estaba pasando.

Otro papá comentó que había inscripto a su niño de dos años el año pasado y recordó que siempre, al regresar, lo hacía llorando. “Siempre venía con carita triste. Había otros que también tenían el mismo problema”, dijo. También recordó que las autoridades del “jardín” no dejaban que los padres ingresaran al establecimiento. “No pudimos conocer por dentro. Siempre había una excusa, como que había otros niños –y por eso no se podía ingresar-. Era algo que se tomó como normal. Algunas actividades se hacían afuera pero mi hijo no quería participar. Había otros nenes que lloraban a moco tendido”,  “Hasta hemos podido saber que, para desligarse de los chicos, los sacaban a un minipatio que tienen, de cuatro por cuatro, y los hacían correr una hora como penitencia. Estamos hablando de niños de 2 a 4 años. Esperamos que se tomen cartas en el asunto, no puede quedar así”. detalló.

 

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