Jueves 18 de Abril de 2024

NACIONALES

15 de noviembre de 2018

ARA San Juan: sin indicios a un año de la tragedia

Hoy se cumple un año de la peor tragedia marítima argentina en tiempos de paz y sigue sin haber novedades concretas sobre el paradero del submarino ARA San Juan, con 44 tripulantes a bordo, que desapareció cuando iba de Ushuaia a Mar del Plata. Y no hay indicios para encontrar el buque, una de las principales armas de guerra del país.

El primer aniversario coincide con una mala noticia: vence el plazo contractual de 60 días y Ocean Infinity, la empresa contratada por el Ministerio de Defensa, dejará de buscar la nave de la Armada.

Al no hallar al submarino, la empresa no cobrará la recompensa de U$S 7,5 millones. Los familiares no tienen certezas de cómo ni de cuándo se retomará la búsqueda.

“Siempre hay esperanzas de encontrarlo. Hay antecedentes de submarinos que se han encontrado incluso muchísimos años después de haber naufragado”, dijo anteayer a la prensa el ministro de Defensa, Oscar Aguad.

La mayoría de los familiares estarán hoy en la Base Naval de Mar del Plata, donde habrá un homenaje a los tripulantes desaparecidos. En un principio estaba previsto que participaran Mauricio Macri y el ministro Aguad. Una durísima carta de los familiares contra el Presidente abrió especulaciones sobre su presencia.

“Al Presidente le vamos a pedir una audiencia”, avisó a La Voz Daniel Polo, padre del submarinista Daniel Alejandro Polo. El presidente Macri se entrevistó dos veces con los familiares.

Un desenlace fatal

En un principio, la Armada informó que a las 0.30 del 15 de noviembre de 2017 se produjo el último reporte desde el ARA San Juan a la base de Mar del Plata, adonde debía llegar el 19.

“Ingreso de agua de mar por sistema de ventilación al tanque de baterías N° 3 ocasionó cortocircuito y principio de incendio en el balcón de barras de baterías”, decía el reporte. “Baterías de proa fuera de servicio. Al momento de inmersión propulsando con circuito dividido. Sin novedades de personal, mantendré informado”, terminaba el parte desde la nave al mando del capitán de fragata Pedro Fernández.

Después trascendió que hubo una comunicación a las 7.30. En abril pasado, otra versión indicó que, a las 7.19, el jefe de operaciones del ARA San Juan, Fernando Villarreal, comunicó al oficial al mando de la fuerza de submarinos, Claudio Villamide, que estaban a 40 metros de profundidad, propulsados por las baterías y evaluando daños por una tormenta.

Todo eso figura en la causa abierta en la Justicia federal de Caleta Olivia, Santa Cruz. También se está analizando la veracidad del testimonio del suboficial de comunicaciones, Rubén Espíndola, quien dijo que había receptado intentos de comunicación desde el submarino el 15 de noviembre a las 14.18 y a las 15.

Así lo declaró ante la jueza Marta Yáñez y ante la Comisión Bicameral del Congreso.

El 17 de noviembre, la Armada inició las “operaciones para retomar comunicaciones” con la nave, y desplegó el destructor Sarandí y las corbetas Rosales y Drummond. La búsqueda se concentró en un área a más de 400 kilómetros de la costa de Comodoro Rivadavia, la última posición informada por el submarino.

Al día siguiente se pasó a la fase SAR (“búsqueda y rescate”). Se sumaron seis naves de guerra, dos buques oceanográficos y una aeronave de exploración de la Nasa (Estados Unidos).

El 22 de noviembre, la Armada informaba que, además de 13 naves propias, estaban activos siete aviones y nueve navíos extranjeros. “Es un caso fáctico, lo tenemos que encontrar”, decía el capitán Enrique Balbi, exvocero de la Armada, ahora agregado militar en Washington.

“Hay algo que ni el ministro ni el presidente pueden decir. ¿Qué es? Que el acontecimiento es irreversible. Están todos, seguramente, fallecidos”, opinaba la diputada Elisa Carrió el 26 de noviembre.

Para fines de ese mes, la Armada publicaba que “3.200 efectivos y el 90%” de sus “medios operativos” estaban afectados a la misión.

El 6 de diciembre se sumó el Yantar, un buque científico-oceanográfico de la Marina rusa. Unos 28 buques, nueve aeronaves y 18 países involucrados.

Trece días después pasaba a retiro el jefe del Estado Mayor General de la Armada, el almirante Marcelo Srur, y en su lugar asumía el vicealmirante José Villán.

Una esperanza que se apaga

El verano seco en resultados provocó la retirada extranjera. El 2 de abril, la Federación Rusa informó que el Yantar, el último navío foráneo en acción, se iba.

En agosto, resultó adjudicada la estadounidense Ocean Infinity para continuar la búsqueda: 7,5 millones de dólares que cobraría la empresa sólo si se encontraba la nave. El 7 de septiembre, el Seabed Constructor zarpó hacia la zona delimitada con cuatro familiares como veedores, más tres oficiales de la Armada como “observadores”.

A mediados de octubre, Ocean Infinity informó que abandonaba transitoriamente la búsqueda. Lo hará finalmente mañana. Y Aguad aseguró que negociará para que en febrero retome las operaciones.

Con una investigación judicial abierta, el Estado aún no dio una versión oficial del final del submarino. La principal hipótesis es una implosión por el ingreso de agua a las baterías. Pero nadie lo sabe a ciencia cierta.

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