Andrés Cunha será el árbitro de la gran final de la Copa Libertadores de América. El uruguayo fue designado ayer por la Conmebol para convertirse en el juez del partido más importante de la historia de la competición. Una designación más que importante teniendo en cuenta que parte de los miembros del Colegio de Árbitros del organismo sudamericano preferían a un brasileño en la última de las finales.

Esta no será la primera vez que el árbitro uruguayo dirija a Boca. De hecho, en esta copa ya estuvo presente en un duelo del elenco dirigido por Guillermo Barros Schelotto. Sin embargo, el colegiado tiene antecedentes negativos con el Club de la Ribera ya que siempre que fue el árbitro principal Boca no pudo ganar.

A lo largo de su historia como árbitro internacional Cunha solo dirigió a Boca en tres oportunidades. En esos partidos el Xeneize no ganó, ni tampoco perdió. Cosechó puros empates y lo particular es que todos terminaron con el mismo marcador. Incluso hay algo más particular, en todos los partidos Boca terminó empatando sobre la hora.

El primer duelo en el que Cunha dirigió al Xeneize fue en 2016. Boca visitó a Bolivar en La Paz. Perdía 1-0 y el partido se moría hasta que un tiro libre de Federico ‘Pachi’ Carrizo se coló en el ángulo del arco boliviano cuando se jugaba el minuto 50 del segundo tiempo en lo que era la última jugada del partido.

Pasaron dos años para que Cunha vuelva a dirigir al Xeneize. Fue en esta edición de la copa, cuando el uruguayo estuvo presente en el Allianz Parque de San Pablo para ser el juez del duelo entre Palmeiras y Boca de la fase de grupos. Como siempre, el partido terminó 1-1, el Club de la Ribera lo perdía con un gol de Marcos da Silva, pero un gol de Carlos Tevez a los 47 minutos del segundo tiempo igualó las acciones.

El último partido es un grato recuerdo para los fanáticos de Boca. Cunha fue el árbitro de la revancha ante Cruzeiro, el elenco dirigido por Guillermo Barros Schelotto había ganado 2-0 la ida y debía hacer valer esa diferencia. Lo consiguió con un empate, que otra vez se decidió en el final. El conjunto de Belo Horizonte ganaba 1-0 y Cristian Pavón a los 49 minutos del segundo tiempo lo igualó.

Así, los antecedentes del Xeneize con Cunha no dejan de ser peculiares. Nunca pudo ganar cuando lo dirigió el árbitro uruguayo, pero siempre obtuvo empates agónicos que terminaron resultando valiosos para el futuro.