Ni ideología ni orientación sexual

Una persona asexual es, simple y llanamente, una persona que no experimenta deseo o atracción sexual y que por lo tanto no se siente movida a tener relaciones sexuales de ningún tipo. La asexualidad, en resumidas cuentas, es la falta persistente de deseo sexual que no está motivada ni alimentada por hábitos de raíz religiosa o cultural. El celibato movido por razones religiosas, por tanto, es otra cosa.

La asexualidad no puede ser considerada una forma de orientación sexual, porque consiste justamente en la ausencia de una preferencia de este tipo, pero tampoco es una ideología que lleve a reprimirse sexualmente de manera más o menos consciente. Sin embargo, eso no significa que no existan colectivos de personas asexuales que se hayan asociado con fines políticos, tal y como ha pasado con colectivos LGTB. 

Actualmente es normal que hombres y mujeres que se identifican como asexuales reivindiquen la necesidad de construir un mundo en el que el deseo sexual no sea algo que se presupone y en el que no sea obligatorio tener sexo para recibir aprobación social. Con este fin existen comunidades como AVEN (Asexual Visibility and Education Network) que se encargan de dar voz a estas personas y a divulgar conocimientos y experiencias acerca de la asexualidad. AVEN, por cierto, cuenta con más de diez mil inscritos.

Pueden no haber tenido relaciones nunca o algunos solo tienen sexo cuando están enamorados de alguien. Por ejemplo, Zack es un joven de tiene 21 años que es virgen y no siente atracción ni por hombres ni por mujeres. Se descubrió asexual hace cuatro o cinco años atrás cuando pudo ponerle nombre a eso que le pasaba.

“Cuando era adolescente y todos estaban con la revolución de hormonas yo no lo sentía. Fue pasando el tiempo y nunca sentí eso, me puse a investigar y encontré en la asexualidad mucho de lo que yo sentía”, contó en una entrevista para Telefe Noticias. Desde aquel momento y con un concepto un poco más claro, trata de ayudar a otros a entender qué es sentirse asexual. “Eso de las mariposas en la panza que sienten los sexuales no creo que exista”, dice. Se estima que el 1% de la población mundial es asexual.

Otro ejemplo es el de Jazmín, que tiene 25 años, estuvo de novia varias veces y trataba de poner en palabras lo que sentía cuando su pareja quería tener relaciones sexuales. “Yo no tengo la misma libido que vos, te pido por favor que me respetes”, le decía.

Dos años después de cortar esa relación pudo explicar lo que pasaba en aquel momento. Jazmín solo tiene relaciones cuando se siente enamorada. Se define como demisexual dentro del espectro de la asexualidad.