Viernes 29 de Marzo de 2024

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6 de mayo de 2019

Cristina culpó al campo por su apodo de yegua

El quinto capítulo de ‘Sinceramente’, el libro de Cristina Kirchner, está dedicado especialmente al mundo del agro. Entre otras cuestiones, habla sobre las patronales rurales y asegura que “los sojeros la hacían reír por su extremo machismo y gorilismo.”


Cristina Fernández de Kirchner cuenta que Martín Lousteau, al presentarle el proyecto de la 125, dijo que no generaría problemas porque “a ellos la soja no les interesa”. Además explica que la resolución  “consistía en aplicar retenciones móviles a las exportaciones de la soja, acompañando la variación del precio internacional de ese commodity. No era algo que protegía sólo al Estado nacional que cobraba el tributo, sino también a los productores ante una caída del valor de los granos. Pero no se entendió así”.
Lousteau fue ministro de Economía de Cristina Kirchner en el período 2007 – 2008 y fue el encargado de anunciar un sistema de retenciones móviles para el agro con foco en la soja que desembocó en un conflicto que duró cuatro meses, con cortes de rutas y múltiples marchas a favor y en contra.  

“Durante el conflicto de las patronales agropecuarias por la resolución 125 sobre las retenciones a la soja, me adjudicaron el apodo de yegua. Los sojeros me hacían reír mucho por su extremo machismo y gorilismo”, afirma la ex presidenta.
“La construcción del monstruo del populismo o de la yegua o de la chorra comenzó a partir de que las patronales rurales se negaron a pagar las retenciones, porque para ellos es como que les estuviesen robando lo que les pertenece por derecho propio. Ellos creen que la Nación y el país son suyos. Han luchado años para inculcarles a los argentinos que el Estado y la política son sus enemigos”, dice un fragmento del quinto capítulo de Sinceramente.

“Los insultos de la clase alta no me afectan, hasta me divierten. Cuando Hugo Biolcati, siendo titular de la Sociedad Rural Argentina, fue a cacerolear a la residencia de Olivos, me pareció correcto que se mostrará tal cual es. Sus insultos me divertían, porque siempre eran los mismos: yegua, puta, montonera, chorra. Me cuesta más entender racionalmente los agravios de la clase media aspiracional”.
“Como si pagar retenciones por la renta extraordinaria fuera una especie de robo. Es que así lo sintieron históricamente y así lo expresaron con los piquetes, los cortes de ruta, la quema de pastizales, la obsesión por esconder la cosecha en silo-bolsas, el derrame obsceno de miles de litros de leche en la ruta. Formas de protesta que entrañaban una verdadera resistencia a que el Estado cumpliera su papel”.

Con respecto a las votación sobre la resolución 125 en el Congreso aquella madrugada del 17 de julio de 2008  menciona que “los votos a favor de las patronales agropecuarias, de algunos senadores y senadoras, aún hoy me siguen resultando inexplicables, y esa noche me fui a dormir antes que Néstor (Kirchner). Me desperté a las cinco de la mañana, me di cuenta que él no estaba en la cama y bajé al comedor. Alberto Fernández ya se había ido y Néstor estaba con un par de compañeros, muy angustiado. (El entonces vicepresidente Julio) Cobos ya había dado su voto no positivo, volteando (el proyecto de) la ley de retenciones móviles de nuestro gobierno y pese a que la presidenta era yo, al que se lo veía destruido era a él”

En una de sus páginas también habla de su aspiración a vivir en un país industrialista y no agropecuario: “Me encantaría vivir en un país donde los mayores ingresos los produjera la industria. Porque entonces significaría que Argentina es un país con alto desarrollo industrial y tecnológico, similar al de las grandes economías, donde la industria siempre ha subsidiado al campo.”
 

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