Miércoles 24 de Abril de 2024

MUNDO

27 de junio de 2019

La pregunta detrás de la imagen que enfureció al mundo

El migrante salvadoreño, Óscar Martínez, quiso alcanzar el "sueño americano", pero le costó la vida y la de su pequeña hija de 23 meses de edad

Óscar Martínez, el migrante salvadoreño que murió en el Río Bravojunto a su hija Valeria de 23 meses, había recibido los papeles de ayuda humanitaria para permanecer en México.

 

 

 

Finalmente, decidió emprender el camino hacia los Estados Unidos, hecho que le terminó por costar la vida. La fotografía de su cuerpo, junto al de su niña, ha conmocionado al mundo, ante la crisis migratoria que se vive en Centro y Norteamérica.

 

 

"Iban en la búsqueda del 'sueño americano', como tanta gente. Habían recibido papeles para permanecer en México, pero luego Óscar cambió de opinión", refirió la hermana del salvadoreño fallecido, Wendy Martínez.

 

 

Sin embargo, su cuñada, Tania Ávalos, le comunicó acerca de la tragedia acontecida en la zona de Tamaulipas que conecta con Brownsville, Texas: "Óscar ha muerto, se ha ahogado".

 

 

 

El endurecimiento de las políticas hacia los migrantes de México, por presiones comerciales del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha complicado el camino de quienes buscan alcanzar el "sueño americano".

 

 

"Mi hermano no era un tipo que se metía en problemas. Era una de esas personas que nunca buscaba entrar en problemas", manifestó Wendy Martínez.

 

 

 

Sin embargo, el migrante salvadoreño huyó de la pobreza y los mara salvatrucha que afectan a la zona de San Martín, que está a 25 kilómetros de San Salvador, la capital del país centroamericano, donde residía.

 

 

El abrazo fúnebre de Óscar y su hija Valeria ha sido considerado por medios internacionales como símbolo de quienes mueren en la búsqueda de un futuro mejor en los Estados Unidos.

 

 

La viuda tiene "secuelas psicológicas fuertes"

 

 

Tania Ávalos, esposa de Óscar Martínez, se encuentra actualmente en la Casa del Migrante de Matamoros, Tamaulipas.

 

 

El responsable del lugar, el sacerdote Francisco Gallardo, refirió que la hoy viuda "tiene secuelas psicológicas fuertes".

 

 

"Está psicológica y físicamente muy mal, pero también con la valentía suficiente para gestionar todo lo que ha pasado alrededor de la tragedia", describió el religioso.

 

 

"Ella y su familia iban a pedir asilo, pero pueden pasar muchas semanas para poder ser atendidos", agregó.

 

 

Gallardo manifestó que las lluvias y la desesperación juegan en contra de los migrantes que desean llegar a los Estados Unidos, a través del Río Bravo, ya que "muchos ni siquiera saben nadar".

 

 

"El famoso 'sueño americano' se ha convertido en la pesadilla de muchos hermanos migrantes como el caso de Óscar y Valeria", lamentó el cura.

 

 

Hasta el momento, no existe fecha para la repatriación de los cuerpos de los salvadoreños. El resto de la familia se encuentra a la espera de que eso suceda para poderles dar sepultura.

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