Jueves 18 de Abril de 2024

LOCALES

9 de julio de 2015

Reconocido Escribano Imputado por validar firma de un Muerto

El escribano Juan Carlos Canellada fue imputado ayer por el fiscal Víctor Figueroa por el delito de “falsificación de documento público”, ya que en 2011 habría certificado la firma de un hombre que había fallecido en 2009.

La denuncia que originó la investigación fue radicada en 2013 por la viuda de un hombre de apellido Aramburu, quien trataba de recuperar un Fiat Siena que le pertenecía a su marido, el que le había prestado a un conocido de apellido Tula.

Según lo que expuso la mujer ante la Justicia, al tratar de que le devuelva el vehículo perteneciente a su difunto esposo, Tula desapareció, por lo que comenzó a indagar, lo que la llevó a descubrir que el coche había sido radicado en Córdoba, lo que constaba en el Registro Automotor Nº18 de esa provincia.

Allí, Tula habría vendido el automóvil a una mujer, pero lo que no se podía explicar, desde un punto de vista legal, es que se le permitiera al hombre llevar adelante esa transacción, puesto que el rodado no le pertenecía y estaba a nombre del difunto.

De la lectura de los legajos pertenecientes a la causa -parte de los cuales fueron remitidos desde Córdoba- y del historial registral del vehículo, surgió entonces que en el Registro Automotor de Catamarca se había concretado la firma del formulario 08 el 28 de diciembre de 2011, en donde se certificaba la rúbrica de Aramburu por parte del titular del Registro, el escribano Juan Carlos Canellada; a pesar de que el hombre en cuestión falleció en el año 2009.

En este sentido, según se explicó, además de la imputación que cabe al escribano por la certificación de la firma, corresponde, a su vez, una imputación por el delito de “estelionato” para Tula, pero el sospechoso no pudo ser encontrado por la Justicia local ya que habría cambiado de domicilio luego de la transacción que llevó a cabo en diciembre del 2011 y se desconoce su paradero.

A todo esto, la mujer no ha podido recuperar su automóvil, según se confirmó.

La investigación fue generada por una viuda, que intentaba recuperar el automóvil que pertenecía a su esposo y que un conocido le pidió para después venderlo. 

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