Sergio Galleguillo le confiesa  que le cuesta elegir un repertorio. “Es que soy un rockero folclorizado terrible, que llevo la música de mi raíz en el alma. Yo no soy un buen cantor, soy más un decidor que otra cosa. Por eso, me tiene que quedar bien la canción a mí para poder cantarla. Si fuese un Jairo podría cantar lo que salga; Mercedes Sosa hacía cualquier cosa y todo era maravilloso. Ellos pueden cantar rock o lo que quieran, pero a mí me cuesta mucho. La canción puede ser muy bonita, pero si no me queda bien, desgraciadamente no la tengo que cantar”, admite.

El músico riojano tendrá dos presentaciones sucesivas en el teatro Alberdi, hoy y mañana, con un formato especial de su espectáculo. No faltará la tradicional fiesta chayera que lo caracteriza con “El camión de Germán” y una murga en escena, pero en las dos primeras partes del espectáculo ofrecerá el anticipo de su próximo disco. 

“Empiezo con las canciones nuevas, con seis adelantos del material que se viene, que está integrado por 14 temas en total. Y luego vamos a cantar otras tres canciones nuevas que todavía se están armando, para que el público pueda ver cómo es el proceso de composición, la intimidad de cuando viajamos en micro, la forma en que nacen los temas y se van armando. Son nuevas propuestas y queremos que los tucumanos sean los primeros en conocer lo que se viene, en un espacio más íntimo como es un teatro”, explica.

Al momento de elegir un repertorio, busca temas “que tengan una continuidad de sentido en el disco”. “La decisión es mía, pero la comparto mucho con mi familia y con quienes tengo a la vuelta. Cuando íbamos a grabar ‘El camión...’, una de mis hijas de cuatro años se ponía a bailar a las ocho de la mañana, y eso me permitía estar confiado en que iba a ser un golazo”, grafica.

En una de las canciones nuevas, “Margarita”, aborda la violencia de género. “Es mi granito de arena para sumar a la campaña de ‘Ni una menos’, que tiene que ser mundial con las cosas que están pasando. No le pego a ningún político, ni al Gobierno ni a la oposición, porque busco sumar para encontrar una salida. Debemos pensar distinto”, reclama.

Galleguillo está cómodo en la provincia (“Tucumán es uno de los lugares donde mejor me siento por el cariño de la gente y la forma en que nos reciben”, dice), a tal punto que se mostró dolido por los recientes acontecimientos políticos. “Voy ahora porque no quería estorbar con los problemas que tenían, no había clima para ir con una fiesta. Me da pena que ocurran esas cosas; no estoy de un lado o de otro, porque todo debería ser más tranquilo. Me pongo muy triste con algunas cosas que pasan alrededor mío, aunque mi música sea alegre. Cuando estoy de ánimo, la diversión sale y cuando estoy triste lo digo. Me molesta mucho que siempre le estemos echando la culpa a los demás, en vez de construir sociedad”, concluye.