Jueves 28 de Marzo de 2024

LOCALES

26 de septiembre de 2015

Lucía participo del Primer Encuentro de Asociaciones Civiles

Con la presencia de la gobernadora Lucía Corpacci se realizó este viernes en el Centro de Convenciones “Juan Domingo Perón”, el Primer Encuentro de Asociaciones Civiles del Valle Central.

Con la presencia de los integrantes de más de 100 asociaciones civiles, el evento estuvo coordinado por la Dirección de Personería Jurídica, con el objetivo integrar a los centros vecinales y asociaciones con personería jurídica, e intercambiar ideas de cómo trabajar para el desarrollo de las comunidades.

Estuvieron presentes el director de Personería Jurídica, Enzo Carrizo; el subsecretario de Asuntos Institucionales, Gustavo Aguirre; el secretario de la Vivienda, Octavio Gutiérrez, la subsecretaria de Inclusión Social, Paola Fedelli; el intendente de Los Varela, Marcelo Saavedra; el director de Cooperativas, Juan Rosales; el concejal Armando López Rodríguez, el ministro de obras Públicas, Rubén Dusso y el diputado nacional, Isauro Molina.

En la oportunidad de entregaron 18 decretos de personería jurídicas a diferentes asociaciones y también se entregaron reconocimientos a asociaciones con fines solidarios.

Al hacer uso de la palabra, Lucía expresó lo siguiente:

"Yo quiero contarles la verdad de las cosas… a mí me dijeron que hoy íbamos a hacer un brindis con ustedes y que íbamos a entregar una personerías jurídicas. Entonces cuando encuentro ese cartel que dice ‘Lucía les habla’… a mí nadie me dijo que les iba a hacer una cátedra sobre personerías jurídicas ni asociaciones. Pero la verdad que me encanta que podamos tener la oportunidad de encontrarnos, de conocernos un poco más de cerca.

A algunos de ustedes los conozco mucho, y los quiero más todavía. Pero que hayamos elegido este lugar para que estén ustedes no es casual, porque habla claramente de esta Catamarca que vamos haciendo andar entre todos. Ustedes saben que este es un centro de integración comunitaria llamado Juan Domingo Perón, a donde vienen chicos de sexto grado que van a entrar a primer año, de toda la Provincia; que acá pasan una semana de vacaciones, pero que además se les hacen todos los controles de salud.

Y yo estoy segura de que muchos de ustedes nunca vinieron, entonces era la oportunidad para que lo conozcan y también, durante tres meses, vienen los abuelos, los jubilados de toda la Provincia, y pasan una semana de vacaciones. Y esa es la tarea de inclusión que nos vamos dando entre todos, todos los días, y también es tarea de inclusión que la sociedad se organice en las distintas asociaciones civiles. También es formar parte de la sociedad hacerse responsable del pequeño pedacito que nos toca… del club barrial, de la asociación de motoqueros del norte, por decirles, del grupo de amigos que pintan, del grupo de escritores de Catamarca, de aquellos que tienen un amor especial por la artesanía, de aquellos que se han reunido porque hay algo en común; como la situación de un hijo que tiene autismo, o la situación de un hijo que nace con una capacidad especial. Fíjense que las motivaciones son de un abanico amplísimo. O acá los compañeros de La Obra, se unieron porque ellos trabajan por los derechos humanos y porque reclaman castigo a gente que debió ser castigada. Después está el centro vecinal, que en realidad empieza a pelear o a discutir por las necesidades de su barrio. Lo cierto es que a ninguno de ustedes les resulta indiferente lo que les pasa y quieren de alguna manera ayudar a otros. Y eso tienen un valor para mí, inconmensurable. Yo siempre trabajo en lo que creo que tenemos que recuperar, que es la conciencia ciudadana, porque todos –y me incluyo- nos creemos llenos de derechos pero nunca nos sentimos con alguna responsabilidad.

Ustedes demuestran que se sienten con derechos y que tienen responsabilidades, pero durante mucho tiempo eso se ha perdido. Siempre digo que cuando yo era chica era muy común que los padres hicieran el bingo, la rifa, la quermese, lo que fuera, para ayudar a que la escuela estuviera mejor, o que el centro de salud estuviera mejor, y a nadie se le caía nada. Era normal, porque era una sociedad participativa para hacer una sociedad mejor para todos, pero era esencialmente participativa. Durante la década del 90, en verdad todo eso se destruyó, y quedó esa cosa del sálvese quien pueda, que mientras yo me salve, el otro…

Esto que están haciendo ustedes es demostrar que volvemos a recuperar ese compromiso ciudadano, y por eso que cuando nosotros asumimos, así como decimos que hay que hacer escuelas en el interior, caminos en el interior, hospitales en el interior; también hay que darles derechos a las asociaciones del interior para que puedan constituirse, Que no sean solo las de la Capital. Hay algunas que son con un fin mucho más profundo como es la situación de chiquitos especiales, pero otras con otro fin tan importante como es una actividad deportiva, porque cuando uno tiene una personería jurídica puede acceder a programas, subsidios, capacitaciones, que no tiene cuando no tiene personería jurídica.

Antes estaba Juan Rosales, ahora está Enzo Carrizo desde hace un tiempo, y la verdad que tengo que reconocer que los dos han sido jóvenes maravillosos que han trabajado muy bien, y la consigna fue ‘no esperen que los vayan a buscar, salgan ustedes a buscarlos’. Y así lo hicimos con asociaciones, así lo hicimos con las cooperativas, hemos firmado convenios con el Colegio de Ciencias Económicas para allanarles los balances y las rendiciones, porque también tienen que saber que tener una personería jurídica los hace responsables de rendir, de presentar documentación… entonces también es importante que tengan el asesoramiento.

Quiero por último hacer una reflexión de algo que yo siempre digo.

Una escuela no son los ladrillos. Una escuela son los chicos. Un centro vecinal, una asociación, no es el ladrillo donde ustedes funcionan. He visto centros vecinales, asociaciones sin ningún edificio funcionando en el fondo de la casa de alguno, y maravillosos. Y he visto centros vecinales con edificios maravillosos en donde no existe ninguna actividad. La esencia de estas organizaciones son la gente que está dentro, la gente que las conduce y la gente, básicamente, a la que ustedes son capaces de convocar e involucrar en el proceso que ustedes quieren realizar. De nada sirve una asociación con personería jurídica que se mueva entre los tres o cuatro miembros que constituyen esa asociación: se hacen para abrirse a la comunidad, se hacen para convocar a la comunidad, se hace para reunir a gente con las mismas inquietudes que tienen ustedes. Y se hace en un trabajo con mucha alegría. Ninguna de estas cosas se puede hacer desde la amargura, convocando, tienen que tener paciencia, tienen que tener amor por el otro, tienen que saber que siempre hay dos o tres que trabajan más que el resto, pero que necesitamos que estén todos adentro, porque si se cansan, si dos o tres trabajan y los demás no, van a fracasar de inmediato. Así es la vida, así es en una casa, cuando la mamá se enferma hay dos o tres hijos que trabajan todo el día y los demás vienen de visita… así es. Hay que asumirlo, tratando de cambiar.

Pero ustedes han dado el paso para formar esta asociación, entonces quiero decirles que además de la alegría de tener esta personería jurídica, están asumiendo una enorme responsabilidad, porque son ustedes los padres de esta asociación que tienen que sostenerla, cuidarla y hacerla crecer.

También quiero decirles que no todo tiene que ser lo que se le demanda al Estado. Hay una cosa que tienen que empezar a generar ustedes en el trabajo cotidiano. Porque la veo a Paola acá, lo veo a Armandito. Yo les cuento siempre una anécdota de cuando nosotros empezamos en la política.

Yo siempre cuento que cuando empezamos en la política, en verdad no teníamos un peso y llegaba el Día del Niño y la verdad es que nosotros no le podíamos pedir al Gobierno que nos de juguetes para el Día del Niño… estoy hablando de bastantes años atrás, porque no nos iban a dar. Y ¿qué hacíamos? Porque nosotros queríamos hacer el festejo, y es sencillo cuando uno va y pide el chocolate, la leche, pero hay una creatividad que debemos tener en nuestra vida. Por supuesto que no teníamos sede ni nada. Pero nos pusimos a hacer muñecas, todas, no quedó uno que no hiciera muñecas, y fue una experiencia para nosotros única, no solo porque pudimos repartir 2.500 muñecas, una más bonita que la otra, sino porque fue el sentarnos codo a codo con el otro a ver cómo nos ayudábamos y cómo trabajábamos para un tercero.

Digo esto porque es importante que en los centros vecinales ustedes se junten, convoquen al barrio, a los otros interesados y los hagan partícipes, protagonistas de cada una de las actividades que hacen, porque es el modo en que se logran las cosas.

Quiero expresar el reconocimiento a todos los que han sido premiados hoy, pero particularmente a los chicos de enduro que trabajaron tan fuertemente en la catástrofe de El Rodeo y ayudaron mucho en Bañado de Ovanta. Fíjense que una asociación de enduristas que tuvieron una actitud solidaria en caso de necesidad.

Quiero también agradecer al Club Defensores del Norte porque tuvo la generosidad, miren qué cosa, porque fue el club el que le donó al Estado y no el Estado al club, que es lo que habitualmente esperamos: Defensores le donó al Estado el terreno donde pudimos construir la residencia Universitaria, así que les quiero agradecer.

Quiero reconocer también el trabajo de los compañeros de La Obra, por su defensa inclaudicable de los derechos humanos. Y quiero desearles a todos, en definitiva, que en la asociación que conformaron, en la asociación que vienen conformando, realmente se sientan con mucha alegría, con mucha vocación de servicio. Que cuando sientan que las cosas no están bien no flaqueen sino que redoblen el esfuerzo, porque lo que ustedes hacen vale la pena y aunque no se los digan todos los días, la sociedad los reconoce”.

 

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