A principios de 2015, luego de transitar cinco años como pareja y en unión convivencial, las cordobesas Silvana y Paula tomaron una decisión que cambiaría sus vidas y las convertiría en una familia: realizaron un tratamiento de fertilización asistida para tener una hija.

Una de ellas dio los gametos que fueron incorporados a la otra mamá que dio a luz: Guillermina nació el 8 de octubre pasado, todo en absoluta normalidad y felicidad.

Pero, el inconveniente se generó la semana pasada cuando concurrieron al CPC Colón de la ciudad de Córdoba (un Centro de Participación Comunal que atiende a barrios del oeste de la ciudad) para inscribir a la beba y se lo impidieron por un requisito formal que exige el consentimiento ante escribano público al momento de manipularse los gametos o embriones.

En otras palabras, el derecho les había sido negado a las mamás Silvana y Paula a raíz de un vacío legal por un requerimiento que establece el Nuevo Código Civil y Comercial que no existía cuando la niña nació el 8 de octubre pasado, según explicaron al diario La Mañana de Córdoba.

Por esta razón y con férrea convicción, las mamás acudieron a un escribano público donde ratificaron el consentimiento informado para la descongelación y transferencia de tres embriones realizada el 31 de enero pasado en un centro de salud de la capital provincial. 

Así, de forma inédita, la familia homoparental logró inscribir en la mañana de este martes, en el Registro Civil a Guillermina; donde las autoridades le otorgaron el DNI de la beba, de apenas 12 días.

“La felicidad es total, saber que nuestra hija tiene su identidad, su documento y es una ciudadana argentina nos llena de orgullo”, dijeron visiblemente emocionadas al mencionado matutino.

No obstante, agregaron: “Una vez más hubo que hacer un poco de presión para que tengamos los mismos derechos que el resto pero siempre nos ha costado, queremos que de ahora en más la Argentina cambie” en alusión a los prejuicios que aún existen sobre las parejas gays. (InfoGEI) Ga