En segundos, la oscuridad y, también, una peligrosa maniobra hicieron añicos y enlutaron el sueño del brindis de fin de año de una familia santiagueña.

Antes de arribar a Vilelas (Juan Felipe Ibarra), un empleado municipal, su hija y dos nietitos perecieron trágicamente, al estrellarse su automóvil con un camión proveniente de Córdoba. El horror tuvo como epicentro la ruta 92, a 50 kilómetros de Quimilí (Mariano Moreno) e idéntica distancia de Añatuya (General Taboada). Los protagonistas resultaron tres generaciones de una familia domiciliada en el barrio Alomo, Quimilí.

Municipal y remisero De acuerdo con la investigación policial, el empleado del cementerio local (portero) y a la vez remisero, Dardo Contreras, ascendió a su Chevrolet Corsa, cerca de las tres de la madrugada. El destino era Córdoba, donde se encuentra un hijo.

La esposa de Contreras ya había viajado el martes y proyectaban recibir el 2016 en "La Docta". Junto con Contreras, subieron al coche, su hija Gisselle, de 25 años; su pareja Roberto Farías, con sus hijitos Maxi y Jeremías Farías, de 2 y 5 años, respectivamente. También los acompañaban la otra hija del conductor, Emilse Contreras, de 16 años. Epicentro sangriento A 55 kilómetros de iniciado el viaje, el coche chocó de frente con un camión; las consecuencias fueron terribles. A elevada velocidad, fallecieron en el acto Dardo Contreras, su hija Emilse y los dos nenitos. Jeremías dejó de existir mientras era trasladado, en ambulancia, hacia el Cepsi. El operativo fue montado en minutos.

Todo era angusticia y desesperación, potenciado aún más porque la tragedia involucraba también a dos criaturas. Sobrevivientes Sobrevivió la pareja, padres obviamente de las pequeñas víctimas fatales, quienes sufrieron graves heridas. Éstas se encuentran internadas y los médicos ayer hacían grandes esfuerzos para contenerlas en el hospital, por cuanto ya saben del fatídico desenlace, enfatizaron los voceros ligados a la investigación