Un clásico de cada año despertó la primer polémica del 2016. Parece que en siete puntos del país se disputan la llegada del primer bebé del año.

En un primer momento se informó del nacimiento de un varón llamado Hernán Moreira, nacido en San Clemente del Tuyú con un peso de 2,500 kg; a las 00.01.

Sin embargo, desde el Ministerio de Salud de Mendoza, informaron que en el Hospital Lagomaggiore nació un varón que pesó 3,130 kg; también a las 00.01. Su madre se llama Claudia Martinez de 19 años. Mario Bustos, director del Lagomaggiore, explicó que tanto la mamá como el niño “están en perfecto estado, con los cuidados y el seguimiento habitual luego del parto”.

Por otra parte, en Tucumán tres niñas llegaron en forma casi simultánea en los primeros intantes del Año Nuevo. Dos niñas nacieron a la hora cero de 2016 en la Maternidad "Nuestra Señora de la Mercedes" de esa provincia del norte, una a través de parto normal y la otra mediante una cesárea de urgencia a raíz de un pico de tensión de su madre.

Leonela Racedo, de 22 años, ingresó a la maternidad casi a la medianoche con un cuadro de hipertensión que obligó a realizarle una cesárea para evitar complicaciones en el nacimiento. La beba se llama Valentina , pesó 2,580 kilos y se encuentra en perfecto estado de salud junto a su madre, primeriza, que quedó internada en la sala de terapia intermedia para un mejor control preventivo. En el mismo hospital nació Milagros y poco después, en el Hospital Eva Perón nació Victoria, que pesó 3. 340 kilos

El primer bebé puntano nació a la medianoche, se llama Ian Nicolás, pesó 3,800 kilos y es el primogénito de Aldana Lencinas y Brayan Lara. Los médicos de la maternidad "Teresita Baigorria", de la ciudad de San Luis, dijeron que el niño y su madre se encuentran en perfecto estado de salud.

Mientras tanto, en Capital Federal Tiago Oyola llegó a guardia de la Maternidad Sardá a las 0:10 habiendo nacido minutos antes con un peso de 3,800 kilos, por lo que está en el pelotón de los que disputan el título de primer bebé de 2016

¿Quién se lo quedará?