Viernes 26 de Abril de 2024

JUDICIALES

26 de junio de 2015

Ezequiel Fue ultimado mientras intentó defenderse

La víctima tenía once puñaladas en distintas partes del cuerpo según determinó la autopsia.

El médico forense que realizó la autopsia del cuerpo Ezequiel Cengel declaró ayer ante el tribunal de la Cámara Penal Nº 3 que el joven recibió once puñaladas en total, y que las mismas le fueron asestadas estando de pie y defendiéndose.

Fue uno de los testimonios sobresaliente de la jornada de ayer en juicio que tiene como imputados a Axel Mansilla como autor de homicidio simple y a Franco, Ariel y Jonathan Calderón y Sergio “Pelao la Reina” Agüero como “partícipes necesarios”.

El médico Rubén Edgardo Musri señaló que “el muchacho fue ultimado mientras intentó defenderse”; también detalló que la causa de la muerte fue un “shock hemorrágico provocado por una herida cortopunzante en la aorta” y que la hoja que perforó el abdomen del joven Cengel tuvo que ser de 10 centímetros aproximadamente. 

Con respecto al momento en el que Cengel recibió la puñalada letal, el profesional señaló que la víctima pudo haber corrido algunos pasos. “Luego de esa lesión, le quedan entre tres a cinco minutos hasta que se produce el shock y muere”, expresó.

Sin embargo, según la necropsia, también recibió otras heridas en distintas partes del cuerpo, en el abdomen y los brazos, que indican, según Musri, que la víctima estaba parada y en actitud defensiva, lo cual difiere de la versión que dio Mansilla al reconocer la autoría del hecho. 

El forense, consultado por las partes, señaló que si bien no podía afirmar que fue la misma persona la que le infringió esas heridas, sí pudo establecer que fueron realizadas con el mismo puñal. 

Musri precisó además que los estudios realizados indicaban que el joven Cengel recibió la puñalada mortal aparentemente por una persona zurda (“con mucha fuerza, para que perfore la costilla”) y que ambos estuvieron parados; pero un detalle importante fue que el joven fallecido intentó defenderse, lo cual no asegura que después de haber recibido “la herida mortal, que estaba a cuatro centímetros del corazón y el tamaño era de un centímetro y medio”, pueda continuar defendiéndose, ya que esta actitud es producto de un instinto de supervivencia.

Además del médico, otros once testigos habían sido convocados a declarar, de los cuáles sólo comparecieron cuatro. Ante ello, el fiscal de Cámara Ruben Carrizo solicitó que se insista con la presencia de todos ellos, y que de ser necesario se los lleve al debate por la fuerza pública. 

Luego fue el turno de los testigos Andrada, Vera y Olmos, quienes estuvieron presentes en el momento en el que se desató la trágica pelea. Todos coincidieron en que la pelea tuvo su origen por un cigarrillo, que luego se tornó más violenta. Señalaron también coincidentemente que el imputado Franco Calderón al momento de la pelea cayó al suelo y fue alcanzado por otro de los presentes, a unos 20 metros de donde cayó sin vida la víctima.

Uno de los testigos que se esperaba para ayer era Ulises Tapia, quien en un principio estuvo imputado en la causa, aunque luego fue sobreseído. Los tres testigos afirmaron que él habría participado de la trifulca en el lugar donde quedó tirado el cuerpo del joven. 

Por último, declaró Cintia Maldonado (vecina), quien manifestó ante el tribunal que es víctima de amenazas constantes desde que inició el debate. La mujer dijo que no vio a nadie y que sólo observó al joven tendido en el suelo y lo tapó con una colcha. “Pensé que tenía frío. Le hablaba, pero no me respondía. Sólo vi que tenía los ojos para atrás y le salía espuma por la boca”, finalizó.

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