Otra mujer policía fue imputada por la grave denuncia radicada por una joven, que aseguró que la forzaron a desfilar desnuda en el interior de la Comisaría Décima porque “no quiso saludar” a una numeraria policial al retirarse de la sede.
La presunta víctima tomó parte el lunes de una rueda de reconocimiento, en la que logró señalar positivamente a otra de las efectivos policiales que habría tomado parte del violento episodio en el que ella junto a una amiga, habrían sido vejadas en el interior de la Comisaría Décima.
En esta ocasión, la mujer policía sería imputada por el delito de “vejaciones”, mientras que la anterior imputada, de apellido Santillán, responde por “violación de domicilio, abuso de autoridad, privación ilegítima de la libertad agravada por venganza y vejaciones”.
El caso, que trascendió en agosto pasado hasta llegar a los medios nacionales, habría ocurrido a mediados de julio, cuando la denunciante con una amiga se presentaron en el precinto a formular una exposición.
Al retirarse, no habrían saludado a Santillán, lo que ésta les habría reprochado, pero las jóvenes se retiraron haciendo caso omiso a esto y sin colocarse el casco, lo que está también les habría recriminado. Al llegar a su domicilio, la policía las sorprendió ingresando imprevistamente al mismo y llevándolas nuevamente hasta la comisaría, donde a una de ellas la obligaron a quitarse la ropa para luego “desfilar” frente a todos los presentes. El caso fue titulado en medios de comunicación como Clarín como “la comisaría del terror”.
La causa es investigada por el fiscal Roberto Mazzucco, quien en los próximos días indagará nuevamente a Santillán con los nuevos elementos de prueba que obran en la causa.