Un cadáver colgado en un puente de Iztapalapa, la delegación más poblada del inmenso DF,  conmocionó esta mañana a la Ciudad de México, que se creía blindada de las prácticas más sanguinarias de los cárteles de otros estados del territorio mexicano.

La aparición del cuerpo reavivó un debate que venía cruzando a la política del DF: La discusión sobre si finalmente el territorio federal también fue perforado por el crimen organizado. Por ser asiento del presidente y el Congreso de México, hasta ahora se afirmaba que la Ciudad de México estaba "blindada" a los carteles.

Pero esta convicción estalló cuando empezaron a circular las impactantes imágenes del cuerpo que apareció en la madrugada colgado en el puente de La Concordia, con su rostro tapado con una máscara de Halloween y envuelto con vendas, como una momia. 

A unos metros del puente -según las versiones que dieron los testigos- se habría encontrado una cartulina con un mensaje de advertencia, que supuestamente -según dejaron trascender fuentes oficiales- hacía referencia a un preso del Reclusorio Oriente apodado Miraviones.

La aparición del cuerpo colgado del puente hizo estallar la presunción de que el DF estaba blindado a las prácticas más salvajes de los carteles del narco.
La Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF) informó que el joven tenía aproximadamente 25 años, y su cuerpo presentaba dos disparos de arma de fuego en la cabeza. Y las fuerzas de seguridad, por su parte, confirmaron que tenían huellas de tortura. De todos modos, hasta el momento no se conoce la identidad de la víctima.

Este crimen abrió un debate incómodo para el toda sistema político de la Ciudad de México, en torno a la operación de estos grupos criminales en la capital del país. Miguel Ángel Mancera, sin embargo, negó hoy en conferencia de prensa la presencia del crimen organizado en el DF.

"La Ciudad de México debe trabajar y reaccionar para que no haya impunidad, yo recordaré el caso de los decapitados del aeropuerto, yo creo que eso fue mucho más fuerte, no sé si fueron cuatro o cinco decapitados del aeropuerto", explicó el jefe de Gobierno.

Y agregó: "Esta modalidad se tendrá que investigar. Yo no quiero adelantarme, eso lo tiene que hacer la procuraduría. El mensaje a la ciudadanía es que nosotros no vamos a permitir impunidad y bueno, ¿este es un grupo delictivo el que lo hizo? No lo sé. Esta es una acción delictiva que la ciudad de México tiene que atender”.

El crimen ya tuvo su impacto en la Asamblea Legislativa del DF, en donde el coordinador del grupo parlamentario del Partido Encuentro Social (PES), Carlos Candelaria López, pidió al Gobierno que refuerce las labores de seguridad en la Ciudad.

"Es preocupante que en la Ciudad de México se den estas imágenes que al ciudadano lo remiten a actos delictivos que realiza el crimen organizado, como ocurre en diferentes ciudades del País", aseguró Candelaria López.

El legisladora calificó de insólito que la coordinación de seguridad pública de la Delegación Iztapalapa siga acéfala, ya que desde esa posición se generan los programas de prevención del delito de la Delegación más grande del Distrito Federal.

La polémica legisladora Aleida Alavez también se refirió al crimen. La legisladora de Morena -oriunda de dicha delegación- hizo un llamado a las autoridades de seguridad pública capitalina a investigar a fondo este homicidio que conmocionó a los iztapapenses.

La semana pasada una denuncia de comerciantes señaló que en el Centró Histórico los negocios eran extorsionados por grupos criminales: la asociación de Empresarios y Comerciantes Unidos del Centro Histórico y del DF denunció que en lo que va del año los comercios de dicha zona perdieron 1,186 millones de pesos por extorsiones.

La desmentida llegó de parte del Consejo de Comerciantes Establecidos y Vecinos del Centro Histórico: su titular, Ángel Mussi, aseguró un día después que no existen pruebas de extorsión a comerciantes del Centro de la Ciudad de México por parte de cárteles que supuestamente operan en esa zona de la capital.